martes, 18 de mayo de 2010

Una carta de amor

Querido Amor,

Que odio, que odio que me da la estúpida esa. Porque no se va un poco bien a la mierda? Y seguro no te iba a expresar estos sentimientos a ti porque si no me vienes con caras que detesto y me hacen sentir estúpida. Así que prefiero no tocar mucho el tema.

No quiero ser segunda de nadie, es gracioso porque estoy en una situación parecida a la mi madre. Pero... osea, de verdad querías un beso? Tal vez debería haberme aprovechado del momento y haberlo aceptado pero entonces te hubiese estado demostrando que me gustas o peor, que estoy enamorada. Bueno, es lo que me viven diciendo mis amigas hasta ahora ¿Qué me hiciste? ¿Por qué me enamoré? ¿Qué tienes de diferente? ¿Por qué me gusta que me pelees? No entiendo, además, tus actitudes. Osea... me buscas, me buscas. ¿Y yo qué mas puedo hacer que resistirme y negarte a regañadientes o ceder y ser descubierta?
De a ratos e intermitentemente me acuerdo de ti, y me entran ganas de hablarte y de que juguemos tu juego donde yo me rindo, a mis sonrojos de boba y a tus brazos, y tú te ríes entre dientes como si supieses que todo esto iba a suceder desde un principio. No me gusta ese juego, tu juego.

Pd: Todavía no te he dicho que en unos pocos días cumplo años y eso de una forma u otra me pone tan triste que me dan ganas de derramar algunas lágrimas sin sentido. ¡¿Quién me comprende?!

Ah, ¿Y me dejas decirte una cosa? Aunque te quiera (Y porque no creo atreverme a decir que te amo por muy enamorada que esté), te odio. Te odio por hacerme pensar así y por hacerme hacer todo lo que hago. no tienes ningún derecho.

Tuya, sin mas remedio e indudablemente feliz porque nunca leerás esto sino que la guardaré en la caja que una vez me regalaste.

Sonia.

No hay comentarios: