martes, 15 de diciembre de 2009

Lo mejor, es un toque de imaginación VIII


Nunca en mi vida me había imaginado cómo iba a morir, es más yo pensaba que aún faltaba muchísimos años para eso, que mi vida sería feliz y plena. Bueno... soy humana ¿Qué puedo decir? Yo también me equivoco, cometo errores y todo eso, el caso es que ya comenzaba a hacerme a la idea de lo que me pasaría. Mi mente siempre había sido muy imaginativa, pero el tan solo hecho de pensar que algún día dejaría de respirar y mi corazón dejaría de latir me causaba escalofríos, un miedo irreconocible. Por lo cual, prefería dejar eso para mas adelante, en mis años de vejez. Ah, como comenzaba a añorar aquello que no viviría.

Mi respiración se había agitado, el bao que salía de mi boca me hacía recordar cuando era pequeña y jugaba a ser un tren. Sentí un dolor punzante en la espalda y un escalofrío relampagueó por mi columna vertebral. La hoja fría se había enterrado con más fuerza de lo que creía, traspasando la carne. Grité de dolor y caí al suelo al tensar el cuerpo. Su risa al escucharme me provocó cierto odio, lo tenía sobre mí ya que, deducía, se había lanzado y estaba segura que con bastante fuerza. De acuerdo ya no podía moverme ¿Ahora qué? Sin piedad y ningún tipo de delicadeza posó un pié junto al hacha sobre mi e hizo un esfuerzo para quitarla. Otro grito se escapó de entre mis labios.

- Veamos, qué tenemos aquí -Sentía el frío de la nieve contra mi rostro, la herida de mi espalda sangraba mucho y me dolía aún más. Me dio la vuelta con un pié, jadee agitada por la carrera anterior. Me miró con una expresión parecida al asco. Varias lágrimas rodaban por mis mejillas, estas pequeñas y tibias gotitas saladas me parecían más bien amargas. Su sonrisa se ensanchaba cada vez más.
- Adiós, princesita -levantó el arma, aguanté el aliento sin saber qué cosa iba a hacer y la dejó caer al mismo tiempo que yo cerraba los ojos.

Si lo que anteriormente había sido mucho dolor, ahora mismo prefería estar en el infierno. Comenzaba a perder la sensiblidad por el frío, pero él seguía incrustando el hacha en mi cuerpo una y otra vez, haciéndole gritar. Cada vez menos. Todo se hacía una tierna negrura, el ruido seco de esa cosa golpearse contra mi cuerpo cesaba igual que todo. Me estaba muriendo.

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La sangre se esparcía por todos lados, pero él seguía arremetiendo con fuerza y sin cansarse. Sus músculos bien fornidos le permitían destrozar el cuero de la chica con una facilidad placentera. Sus alaridos habían sido el broche de oro para su masacre, su lenta tortura. Su sed de sangre casi se había saciado. Él estaba feliz por el trabajo bien hecho. Miró con una sonrisa casi tierna el cuerpo de su novia y dejó el hacha tirada por ahí.

- Hermoso, hermoso -rió entre dientes y tomó del pelo a la muchacha para comenzar a arrastrarla, internándose en el bosque. El cielo estaba casi obscuro por completo pero eso no era problema para él, seguía tirando y tirando de su cuerpo hasta que llegaron a donde sería el eterno descanso de la joven. La fosa ya estaba hecha, tenía una bonita cruz gótica de piedra. La lanzó dentro y comenzó a taparla con nieve, él sabía que había sido menos cuidadoso, que había dejado un rastro de sangre y que hubiese sido mejor matarla en el cobertizo como a las demás, pero estaba preparado para lo que se viniese luego. Pocas personas conocían la localización de aquél campo y dudaba que alguien siquiera se le ocurriera buscar ahí, donde había sido su refugio y su matadero casi toda la vida.

Miró toda su obra ya cubierta y dejó dos flores silvestres que había encontrado por el camino, con la certeza de que se marchitarían aún incluso más rápido que la que solía hacerse llamar su novia.

3 comentarios:

Euge Vitelli dijo...

La narración es un poco
truculenta

impresionante,
sin palabras

Anónimo dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah....sos macabra majo... me dio miedito¬¬
pense q iva a terminar biem...abria q matar al loquito alcoholico.
maaaaaaaaaaaateeeeeeeeeeeenloooooooooooooo

naty (L)

Elastic Heart dijo...

Que lástima que terminó, no? xDDD

Naty, no era alcoholico, solo estaba mal psicologicamente xD Y no, desde que la empecé yo sabía que ella se iba a morir :3