viernes, 13 de noviembre de 2009

Lo mejor, es un toque de imaginación II


Uno se pregunta si en verdad encontrará el amor algún día, si aquella persona que esperamos vendrá hacia nosotros con los brazos extendidos y nos hará pasar marivillosos momentos con la idea de no abandonarnos y de quedarse con nosotros cada segundo, cada minuto. Si, cegados por el amor, atontados, adictos el uno al otro en la misma nube, sin poder quitarnos de la mente. Esa sería la pareja perfecta, una donde solo se ven las virtudes, una donde no importa qué hora sea siempre tienen ganas de verse el uno del otro, no se sienten sofocados, no piensan en otra cosa. Todo, hasta un simple suspiro parece mágico e increíble. Lástima que eso no existía, o al menos aún no lo había vivido.

Sus brazos me rodearon y caímos al suelo. El aire escapó de mis pulmones durante unos segundos, pero luego pude recobrar el aliento. A decir verdad, eso me sorprendió un poco, había sido mas rápido de lo que esperaba, nunca había tenido una buena condición física y era de agitarme con facilidad, me costaba recuperarme. Reímos como tontos en un tono bajo ya que la idea no era que nos encontraran tumbados sobre la nieve. Observé sus ojos unos momentos, buscando algo en lo más profundo de aquel tono azul marino que me intrigaba y atrapaba tanto que a veces me era imposible apartar la mirada.

- ¿Estás bien? -comentó divertido. Sonreí, su voz era normal, no había bebido y eso me ponía tremendamente feliz. EL hecho de que estuviese sobrio era de por sí una buena señal. Me preguntaba qué haríamos hoy, siempre cosas nuevas, la verdad es que no recordaba una salida que hubiese sido igual a otra. Todas distintas.
- Claro ¿Qué haremos? -murmuré en un tono meloso, de aquél que no sabes de qué íntimo rincón de tu cabeza proviene, pero que está ahí y da la cara.
- Primero, levantarnos, luego ya verás -otra ves esa sonrisa enigmática adornaba su rostro. Sonreí abiertamente y me puse en pié con su ayuda. Mientras hechaba un vistazo por los alrededores él me quitaba la nieve que se había pegado a mi cuerpo con suaves palmadas. Me tomó de la mano e hizo que comenzara a caminar.

El bosque no era algo ajeno a mi, no solo por el hecho de ser hija de padres adinerados viviría en una mansión en New York, eso no era lo mio. A mi me encantaba vivir donde vivía y no me imaginaba en otro lugar, ese era mi lugar. Por lo cual, todo habitante conoce bien su pueblo o ciudad o donde sea que estuviesen y yo no era la excepción.

No caminamos mucho tiempo, lo suficiente para darme cuenta que estábamos llendo hasta su coche. La trayecto hacia el vehículo había sido en silencio, yo no era una chica que le gustara charlar ni mucho menos, tampoco era de esas que salían a fiestas o discotecas. Mas bien, era de esas tranquilas que preferían quedarse en casa viendo películas o leyendo un buen libro.

Subimos al coche y no puedo negar que aquél detalle caballeroso de abrirme la puerta me encantaba. Volví a observarlo y recorrer sus fracciones con la mirada, cariñoso tomó una mano y la apretó con suavidad. Sus dedos estaban fríos, podía sentirlo incluso a través de sus guantes. Puse aquella cara de niña pequeña, la cual desbordaba dulzura y hasta yo misma consideraba un arma mortal, por eso me limitaba a usarla en momentos y para cosas que de verdad me importasen

- ¿Dónde vamos? -repetí con los ojos clavados en los suyos. Otra vez esa risita sofocada de su parte logró que aquellos nervios se acentuaran en mi estómago. Negó con la cabeza ¿Qué significaba eso? ¿Me diría? ¿Era eso una broma y nos quedaríamos en casa?
- Que impaciente, cuando lleguemos sabrás -besó mi mano y sentí un pequeño escalofrío al notar el contraste de temperaturas. Sus labios cálidos contra mis manos frías, de acuerdo, tendría que haberme abrigado un poco mas, lo reconocía y ahora comenzaba a arrepentirme de no haber tomado un abrigo. Miré por la ventana mientras él ponía el motor en marcha y hacía avanzar el auto. El día se estaba oscureciendo poco a poco y predecía que pronto se haría de noche ¿Las niñeras notarían mi fuga?

1 comentario:

Anónimo dijo...

majooooooooooo
quiero la continuaciooon
por favooor
quiero quieroooo
I really like It...
love,
natyyy